2. Estructura de Smart Cards.



Recuérdese que en la clasificación que se ha hecho se han distinguido 3 tipos de Smart Cards:

  1. Con contactos.
     

  2. Sin contactos.
     

  3. Superinteligentes.
     

Tanto las tarjetas con contactos como las tarjetas superinteligentes cuentan con una pequeña chapa o placa dorada que las distingue. Dicha placa se divide en 8 áreas (en algunos casos tan solo son visibles 6 contactos). Estos contactos son utilizados por el microcircuito de la tarjeta para comunicarse con el exterior. Si los contactos de la tarjeta fueran transparentes podría verse el microcircuito que se encuentra integrado justo debajo de estos.

La apariencia de las tarjetas sin contactos es distinta a las otras ya que el microcircuito no tiene contactos para establecer la conexión entre la tarjeta y el dispositivo interfaz. En este caso, para transmitir señales se utiliza radiofrecuencia.

Por su parte, las tarjetas superinteligentes, además de la matriz dorada de 8 contactos, poseen una pantalla de cristal líquido de 16 caracteres alfanuméricos, un teclado compuesto por 20 teclas y una batería de 3V.

En cualquier caso, el microcircuito que todas ellas tienen en común, se compone de unos bloques básicos que permiten considerar a las tarjetas inteligentes como pequeños ordenadores. Los principales elementos que componen una tarjeta inteligente son los siguientes:

  • procesador.
     

  • memoria.
     

  • área de entrada/salida.
     

  • circuito de reset.
     

  • elementos adicionales (circuito de reloj, circuitos de protección, etc.).

Junto a estos elementos se encuentra el sistema operativo encargado de gestionarlos. Éste recibe el nombre de mascara. El procesador y el sistema operativo forman un equipo poderoso que otorgan a una smart card características tales como:

  • Alta seguridad. El acceso a los datos está completamente controlado por la CPU, y solo se permite cuando se dan determinadas condiciones.
     

  • Alta flexibilidad. La gestión de los datos puede alterarse en función de requerimientos externos.
     

  • Servicios múltiples. Varias aplicaciones (servicios) pueden compartir la misma tarjeta. Las aplicaciones pueden estar preparadas por el mismo emisor de la tarjeta o por diferentes. 


Es posible analizar con mayor detalle cada una de las partes que componen una smart card y describir los estándares que rigen el funcionamiento, las dimensiones y demás características pero el trabajo se centra en la seguridad y no en la arquitectura de una tarjeta inteligente. No obstante, la norma  ISO 7816, que se divide en varias subnormas, regula el funcionamiento de las tarjetas con circuitos integrados con contactos. La norma reguladora de tarjetas con circuitos integrados sin contactos es ISO 14443. Y las características físicas de las tarjetas superinteligentes aparecen en la norma ISO 7810.