La forma más elemental de realizar una copia de seguridad consiste cimplemente en volcar los archivos a salvaguardar a un dispositivo de backup. Esta forma de realizar backups volcando en el dispositivo de copia los archivos o directorios deseados se denomina copia de seguridad completa o de nivel 0.
Se suele utilizar el nivel de copia de seguridad para distinguir entre diferentes backups: una copia de cierto nivel almacena los archivos modificado desde el último backup de nivel inferior. Así por definición las copias completas son las de nivel 0.
Las copias completas presentan graves inconvenientes; uno de ellos es la dificultad para restaurar ficheros si utilizamos múltiples dispositivos de copia de seguridad. Otro inconveniente, aún más importante, es la cantidad de recursos que consumen. Para solucionar este problema se introduce el concepto de backup incremental o progresivo que consiste en copiar sólamente los archivos que han cambiado desde la realización de otra copia. Aplicando esta técnica ahorraremos tiempo en la realización de los backups, pero a cambio, será harto complicado la tarea de recuperación de ficheros.
De esta forma, parece lógico que la estrategia a seguir sea término medio entre las vistas aquí, una estrategia muy habitual consiste en realizar periódicamente copias de seguridad de nivel 0 y entre ellas ciertas copias progresivas de nivel 1.
El medio de alamacenamiento también es importante a la hora de diseñar una política de copias de seguridad correcta. Si se trata de dispositivos baratos, como los CD-ROMs no suele haber muchos problemas: para cada volcado --sea del tipo que sea-- se utiliza uno que no se suele volver a utilizar a no ser que se necesite recuperar los datos. No obstante, algo muy diferente son los medios de almacenamiento más caros, generalmente las cintas magnéticas, donde lo habitual es reutilizar unidades, sobreescribiendo las copias de seguridad más antiguas con otras más actualizadas.